Arneses para Gatos

Dependerá de cada gato. Hay que tener en cuenta varios factores, como su tamaño y de si se siente más cómodo con un arnés de cuerpo entero o sólo con las correas: una alrededor del cuello, como un collar, y la otra alrededor de la cintura.

Comienza midiendo la parte del pecho justo detrás de las patas delanteras, la medida más importante y que en inglés se conoce como "Girth". Luego, mide el cuello dejando espacio suficiente para deslizar un dedo entre el arnés y el cuello; si caben dos dedos, es demasiado grande. Esta se llama "Neck" en inglés.

La siguiente medición es en la pancita, conocida en inglés como "Mid Waist", donde deberías tener la misma separación de un dedo. Para finalizar, asegurate de que tu gato no pueda introducir una pata o codo en las correas del arnés; si puede, es una señal de que el tamaño es inadecuado.

Lo primero que hay que hacer es acostumbr al gato a llevar arnés y correa dentro de casa, entregándole premios cuando los usa. Una vez que tu gatito ya se ha acostumbrado a usar el arnés, te aconsejamos que lo lleves de paseo en horas y lugares tranquilos.

La ventaja que tienen los arneses para gatos respecto es los collares es que distribuyen la presión a lo largo del cuerpo del gato, evitando de está forma posibles lesiones en el cuello. Además, los gatos a menudo intentan escabullirse y un arnés reduce el riesgo de que el gato se escape o se lastime.

Si bien los arneses antiescape están diseñados para ser más difíciles de quitarse que los arneses tradicionales, es importante resaltar que ningún arnés es 100% a prueba de escapes. Es muy importante supervisar a tu gato, especialmente al aire libre.

La mayoría de los arneses pueden lavarse a mano con agua tibia y jabón suave. Asegúrate de enjuagar bien y dejar secar completamente antes de volver a colocárselo a tu gato.

Además de aconsejamos revisar el arnés en busca de signos de desgaste o daño de forma regular.